MRT en esencia

En primer lugar, debe trefilarse el alambrón, que consiste en reducir gradualmente su diámetro mediante un proceso mecánico de estirado en frío a través de hileras. Este proceso convierte el alambrón en alambre denominado gris, aportándole resistencia y dureza. Una vez obtenido el diámetro deseado, el alambre se decapa y desengrasa antes de pasar por un proceso térmico, para obtener un alambre o duro o recocido.
Después, se pasa al galvanizado en caliente del alambre, operación durante la cual se sumerge en un baño de zinc (o de una aleación de zinc y aluminio llamada ZnAl) para hacerlo altamente resistente a la corrosión. Se puede añadir un recubrimiento ECOVER (patentado por MRT), que alarga aún más la vida útil del alambre.
Por último, se debe embalar el alambre en función de su destino. Es decir, para el consumo interno y su posterior transformación en MRT o para la comercialización, teniendo en cuenta los requisitos de los clientes respecto a la presentación del alambre.

A pesar de más de 150 años de experiencia, nuestro equipo trabaja para seguir aprendiendo y así mejorar el proceso de trefilado y galvanizado. Y estos esfuerzos han permitido por ejemplo, ampliar aún más el abanico de diámetros que se pueden fabricar con recubrimiento ZnAl, pasar a fabricar ECOVER en las 2 plantas, etc. Asimismo, con la vista siempre puesta en aumentar la seguridad, hemos llevado a cabo la automatización del prensado y flejado del alambre, que además agiliza el proceso productivo. Otra mejora notable es última línea de galvanizado instalada en la planta de Cerdanyola. Además de incluir la tecnología más avanzada del sector y permitir la fabricación de alambre con recubrimientos ZnAl y súper reforzado, integra mejoras considerables al nivel medioambiental.

El alambre tiene la particularidad de poderse enderezar, soldar y trenzar sin alterar de forma significativa sus propiedades mecánicas.
El alambre galvanizado se utiliza para fabricar la mayoría de los cerramientos, ya sean paneles rígidos, simple torsión, malla anudada, malla soldada, espino, etc. Sin embargo, también se pueden fabricar productos con alambre no galvanizado (alambre gris), como por ejemplo paneles de cierre que serán transformados y recubiertos a posteriori.

En MRT proponemos también la opción de cerramientos postgalvanizados, que consiste en la inmersión por completo del producto una vez fabricado en un baño de zinc fundido. Este proceso tiene la particularidad de cubrir con una capa de zinc muy elevada la totalidad del producto, (según norma EN ISO 1461), lo que le confiere, además de un aspecto gris mate no uniforme y no liso muy reconocible, una protección frente a la corrosión demostrada.

Algunos productos requieren que el alambre galvanizado sea plastificado previamente a la fabricación de estos mismos. Se trata de una plastificación por extrusión, como en el caso de la simple torsión por ejemplo.

En cambio, otros productos se plastifican por fluidización, como por ejemplo el Jarditor. Es este caso, una vez soldada la malla, pasa por un lecho de partículas de PVC en suspensión que se adhieren a dicha malla, y que posteriormente, se funden hasta dejar una superficie uniforme.

Otra opción de revestimiento que proponemos, el plastificado en línea de pintura en polvo, mediante un proceso de aplicación electrostática, con el característico fosfatado microcristalino tricatiónico (Zinc / Níquel / Manganeso), y sus 11 etapas de pre-tratamiento.

Por último, para cumplir con exigencias frente a la corrosión muy por encima del estándar, en caso de ambientes atmosféricos muy agresivos por ejemplo, proponemos la opción de productos postgalvanizados (también llamado galvanizado en caliente) y después pintados. Se trata de nuestro recubrimiento “Bord de Mer”.

La política de calidad es nuestro constante compromiso, por lo que llevamos a cabo una política de inversión continua para adaptarnos a las evoluciones técnicas del mercado y responder a las exigencias de los clientes. Asimismo, nuestra línea de pintura, con sus 11 pasos de pre-tratamiento, la hemos desarrollado para garantizar un acabado de máxima calidad. Las pruebas en cámara de niebla salina (CNS) muestran que los productos que pintamos aguantan 1.000 horas, mientras que otros productos, pintados con procesos más comunes basados en el fosfatado amorfo, sólo aguantan 250 horas.

Fabricamos nuestros productos bajo las normativas tales como:

• EN ISO 4628
• EN ISO 12944-2

Las pruebas realizadas para corroborar el cumplimento de las normativas son:

• Test QUV, para verificar la resistencia a los rayos UV.
• Test Kesternich, para comprobar la resistencia en atmósferas de SO₂.
• Test en cámara de niebla salina, resistencia en una atmósfera de NaCl.

La garantía MRT consiste en certificar la resistencia a la corrosión de los productos que fabricamos, durante 10 años. Y esto hasta en ambientes de categoría de corrosividad C5 según la norma EN ISO 12944 con el recubrimiento Bord de Mer. En MRT nos comprometimos a reemplazar la totalidad de los productos dañados, según las condiciones descritas en el formulario.

La garantía MRT certifica la resistencia a la corrosión de los recubrimientos ECOVER y ZnAl clase A, destacando la superioridad de la gama de productos sobre la que se aplica. La rigurosidad de los test y la alta tecnología de fabricación permite otorgar esta garantía con confianza y ser un referente por la calidad de nuestros productos. (Consultar las condiciones de aplicación de las garantías).